Sin duda todo lo que comemos genera cambios en nuestro organismo, pero ¿es posible que el colesterol y triglicéridos influyan en tu estado anímico?

Descubre esto y más en el siguiente artículo de Cardiosmile Chile.

Sabemos que nuestro cuerpo necesita vitaminas y otros nutrientes para funcionar. Así, mientras mejor sea la calidad de los alimentos que ingerimos, mejor funcionará nuestro organismo, pero ¿Hay alguna relación entre nuestro perfil lipídico y nuestro estado de ánimo? Estas, sin duda, son dos variables podríamos pensar que están relacionadas, pero ¿qué dice la ciencia?

Hay evidencia de algunos estudios donde se midieron estos factores y, aunque no hay resultados en todos los grupos etarios, estos estudios tomaron en consideración parámetros como el síndrome metabólico y el perfil lipídico.

Sin ir más lejos, en un estudio realizado a un grupo de 300 mujeres (31 a 65 años) suecas, fue posible observar que los niveles bajos de colesterol se asociaban con una mayor prevalencia de síntomas depresivos.

Por otro lado, un estudio que buscaba encontrar la relación entre ansiedad y síndrome metabólico, dio como resultado una asociación entre síndrome metabólico y depresión, pero eso no fue lo más relevante: la asociación se presentó independiente del sexo y estado de sobrepeso/obesidad en sujetos con riesgo cardiovascular.

Por último, existe un estudio francés que fue aplicado a un grupo de mujeres y hombres sobre 65 años por un periodo de 7 años, donde se asoció directamente estos dos parámetros (perfil lipídico y estado de ánimo). Al finalizar el período de estudio, los investigadores hallaron que en mujeres se asociaba la depresión con bajos niveles de colesterol HDL, mientras que en el caso de los hombres se relacionó la depresión con niveles bajos de colesterol LDL.

Así, podemos concluir que el colesterol tiene un margen para un funcionamiento normal, ya que al estar por encima de los rangos deseados aumenta el riesgo cardiovascular. Mientras que, si los niveles de colesterol se encuentran por debajo del rango normal, aumenta el riesgo de depresión.

Ciertamente, es necesario realizar más estudios para tener clara la relación de ambas variables, y así tener rangos de colesterol mejor definidos. Esto, sin duda, implicaría una mejora en los tratamientos y, por ende, permitiría mejorar la calidad de vida de cientos de personas. Pero, por ahora… sólo queda esperar a tener más evidencia.

Fuentes:
Vascular Function and lipid levels in depression, Biological Psychiatry, volume 68, issue 2, Julio 15, 2010
Associations Between Anxiety, Depression, and the Metabolic Syndrome, Michael R. Skelton te al, Biological Psychiatry, volume 62, issu 11, December 2007